El Pingüino de Magallanes es un gran atractivo turístico y en Patagonia Argentina, por ejemplo, se encuentra al menos en 17 colonias. Se trata de una especie relativamente tolerante a la gente que puede acostumbrarse a las visitas si se realizan en forma apropiada. Silvia Ferrari, de Asociación Ambiente Sur, nos deja algunas recomendaciones para un avistaje responsable de la especie:
- En forma básica, solo ingresar en pingüineras ya establecidas como recurso turístico.
- Respetar los senderos demarcados y no avanzar fuera de ellos, ya que los pingüinos pueden alterarse e incluso pueden abandonar temporariamente los nidos dejando expuestos huevos o pichones
- Efectuar desplazamientos lentos entre los nidos y no establecer contacto físico con las aves.
- Mantener distancias óptimas de acercamiento a las aves. Para lograrlo se recomienda estar atentos a su comportamiento. Si mueven repetidamente la cabeza hacia un lado y otro, debemos alejarnos, ya que es un claro síntoma de estrés.
- Respetar las indicaciones ofrecidas por guardafaunas o cartelería específica
- Evitar circular por los senderos en grupos grandes de personas y minimizar el ruido.
- No ingresar a las colonias con animales domésticos
- Los contingentes turísticos deben incluir un responsable de grupo, ya sea guía de turismo, guardafauna o intérprete ambiental, habilitado por el organismo correspondiente.
Fuente consultada: Yorio, Gandini, Frere en Informes Técnicos del Plan de Manejo Integrado de la Zona Costera Patagónica (Puerto Madryn, Chubut)